Foto: Lucila Marquez
Recuerdos
La sombra del
caballito de madera de mi abuelo, me recuerda a una de sus historias.
Corría el año 2020, cuando una pandemia azotó a toda la humanidad. Nadie
podía salir de sus casas por temor a contagiarse un virus letal. Mi
abuelo quería regalarle algo especial a
la abuela y decidió tallar un caballo, ella los amaba, en especial a los
alazanes negros. Fue al taller, buscó sus herramientas y por casualidad
encontró un pedazo de madera de ébano. Sus manos no recordaban cómo
manejar la gubia, pero, poco a poco, fue saliendo la pequeña escultura.
Estaba apurado, necesitaba terminarlo lo más rápido posible, sabía que
ya no quedaba tiempo. Entró al cuarto para darle la sorpresa, ella lo
miró y con una dulce sonrisa se despidió de ambos para siempre.
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